Sé que hay cosas que no pueden durar eternamente, siempre lo he sabido pero nunca he querido aceptarlo hasta que te fuiste y como un jarro de agua fría me inundaste de la triste realidad. Y créeme, me ha costado aceptarlo pero lo he conseguido; y ahora el mar ya no me recuerda a tus ojos, los poemas de amor ya no te describen y las calles de Madrid no me han vuelto a susurrar tu nombre; las cosas que parecían eternas, se han convertido en ceniza.
Nuestros muros, que pensábamos eran los más fuertes del mundo, se han caído como aquel 9 de Noviembre cayó el Muro de Berlín. La luz del sol entra todos los Domingos por mi ventana y me alumbra (casi) tanto como lo hacían tus ojos.
Ahora en Abril está lloviendo más que nunca pero por suerte ha escampado dentro de mi y ya iba siendo hora porque estaban empezando a inundarse los cimientos de mi vida y tu, que eras mi paraguas, chubasquero y refugio saliste tan malo como aquel que compré en Preciados a un hindú por tres míseros euros.
Déjame desearte lo mejor, que te hagan feliz otros labios y sobretodo, que consigas ser feliz por ti mismo pero lejos; lejos de Madrid, sus encantos y mis curvas; lejos de todos los recuerdos que construimos juntos.
Lejos de mi y de mi esencia, que nunca más se verá afectada por alguien como tu.
Te deseo un buen viaje al otro lado del charco, y que no regreses nunca.
Leggins: H&M // AW 14' T-Shirt: Pull & Bear // SS 15' Shoes: Converse // SS 14' Sunglasses: Rayban // Old |