Los que satisfacen :)

domingo, 30 de junio de 2013

(IN)NECESARIO.

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Parecías tan necesario; necesario como el hielo en los cubatas, como los cigarros que acompañan y nos unen; necesario como el compañero que te da un codazo cuando el profesor te está viendo con el móvil; necesario como la lluvia en primavera, las hojas con las que jugar en otoño, la nieve para tirárnosla en invierno y el sol radiante en verano. Parecías necesario como 'Pereza' en mis oídos, aunque quedase sumergido entre tus susurros. Parecías casi tan necesario como la luna llena en la noche de San Juán o esos apuntes deseosos de quemar. Parecías tantas cosas y resultaste ser tan pocas. No eras el amigo que prometías ni dabas la talla como amante, ni siquiera valías la pena como acompañante. Parecías necesario para un día a día idealizado pero nada realista. De ideales no se vive y la realidad es la única verdad. Aunque siendo franca, aquí la única verdad existente es que al despertar no te encontré a mi lado y que aunque pareciese mentira, no sentí ninguna pena.

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Bueno chicas como ya todas conocéis el problema que hay con google, los seguidores y todo ese lío que a mí personalmente me tiene la cabeza loca, no os lo voy a explicar... Simplemente os informo de que como todas, yo también me he registrado en Bloglovin' y os dejo el enlace en esta entrada, además del gadget en la barra lateral izquierda. Muchas gracias por seguirme, por los comentarios y por seguir ahí ;) Besotes!

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jueves, 27 de junio de 2013

Corazón desnudo; cuerpo casi vestido.

7:30 de una solitaria mañana de Domingo. Pleno mes de Junio. Temperatura más que perfecta. Dolor de cabeza tan sólo logrado por el infinito número de copas de ron con las que fuiste acabando anoche. Ojos entreabiertos. Rimmel rodeándolos, dejando esa horrible marca incapaz de esconder la cantidad de lágrimas derramadas. La mancha negra que envuelve tu mano por haber intentado acabar con ese picor de ojos. La falda demasiado arrugada, como la camisa que guardó todos tus descuidos esa larga noche. No recordabas gran cosa, pero sí su huída, a la que no encontrabas ni aún encuentras explicación y la culpable de todo este desastre. No eras capaz ni de volver a pensar en el por qué en ese momento. Necesitabas descansar pero sabías que sería imposible dormir. Te apetecía llamarle y que con un poco de suerte todo haya sido un mal sueño, un malentendido o simplemente se hubiera ya arrepentido, pero nada estaba a tu favor (como siempre) y la batería del móvil te jugó una mala pasada (otra vez, como siempre). Sólo te quedaba un insignificante cigarrillo en el paquete y era el mejor momento para fumártelo y lo mejor que podías hacer en ese momento. Mientras las caladas se alargaban como vuestras mejores noches, empezaste a pensar que tenías la ropa puesta pero que esa noche, desnudaste por completo tu corazón de forma inútil.

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