No sé que mierdas tienes, pero eres como la nicotina, un vicio que no puedo dejar.
Además tienes esa especialidad, de justo en el momento en el que creo que estoy empezando a no echarte de menos, aparecer de la mejor forma posible, con la mejor sonrisa posible.
Creí que te podía, pero no, no te puedo, eres superior a mi... Eres demasiado lo que busco, eres demasiado perfecto. Y lo siento, pero sin saber ni como ni cuando, juro que algún día volveremos a cruzar algo más que palabras.
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